
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) reafirmó este jueves su postura de rechazo absoluto a cualquier ensayo nuclear, advirtiendo que la realización de pruebas de este tipo “incrementa alarmantemente los riesgos de escalada y pone en peligro la seguridad global”. El anuncio surge luego de que distintos países, incluida Estados Unidos, manifestaran intenciones de reactivar o realizar ejercicios nucleares en los próximos meses, en un contexto de crecientes tensiones internacionales y modernización de arsenales.
El portavoz adjunto del secretario general de la ONU, Farhan Haq, enfatizó que “en el actual escenario internacional, con conflictos regionales y la proliferación de armamento, cualquier ensayo nuclear podría desencadenar errores de cálculo catastróficos y aumentar la probabilidad de confrontaciones militares”. En su declaración, la ONU subrayó que incluso pruebas de carácter experimental o simbólico generan riesgos de desestabilización estratégica y envían señales de fuerza que pueden ser interpretadas como provocación por otros estados.
Aunque el comunicado oficial no menciona países específicos, el contexto apunta a las recientes declaraciones de Estados Unidos y otras potencias sobre la modernización de sus arsenales nucleares, así como a ejercicios militares que incluyen lanzamientos de misiles balísticos de largo alcance. Analistas internacionales consideran que la proliferación de armas nucleares tácticas y estratégicas es un desafío creciente para los tratados de no proliferación, y advierten que cualquier prueba puede desatar una carrera armamentista nuclear en distintas regiones.
La ONU recordó que los tratados internacionales como el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) y el Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (CTBT) han sido fundamentales para reducir la amenaza de conflictos nucleares, y advirtió que permitir que se reanuden ensayos sería un retroceso histórico que podría socavar décadas de esfuerzos diplomáticos. Según el organismo, la credibilidad de la diplomacia internacional depende de que los estados respeten estos compromisos y se abstengan de cualquier acción que pueda ser percibida como provocativa o agresiva.
Expertos en seguridad nuclear señalan que los ensayos nucleares no solo implican riesgos militares, sino también ambientales y humanitarios. La liberación de radiación, aunque sea en pruebas subterráneas, puede afectar a poblaciones cercanas, ecosistemas marinos y terrestres, y tener efectos acumulativos a largo plazo en la salud humana y la biodiversidad. Además, recalcan que la sola amenaza de ensayos puede tensionar los mercados internacionales, generar incertidumbre económica y aumentar la presión sobre los sistemas de control de armamentos.
Finalmente, la ONU instó a todos los estados miembros a reforzar los mecanismos de supervisión y verificación de los tratados existentes, fortalecer los canales diplomáticos para la resolución pacífica de conflictos y priorizar la cooperación multilateral sobre cualquier demostración unilateral de fuerza. En sus palabras, “la humanidad no puede permitirse retroceder hacia un mundo donde los ensayos nucleares sean considerados aceptables; la paz y la seguridad global exigen responsabilidad y moderación”. La declaración concluye con un llamado a la comunidad internacional a trabajar unida para mantener la estabilidad estratégica y evitar cualquier escalada que pueda conducir a consecuencias irreversibles.








