
La Diócesis de Cancún-Chetumal cuenta desde este 6 de diciembre de 2025 con un nuevo obispo. El Vaticano aceptó la renuncia de Pedro Pablo Elizondo Cárdenas, quien lideró la diócesis durante más de dos décadas, y designó a Salvador González Morales como su sucesor, según informó un comunicado oficial de la iglesia.
La noticia tomó por sorpresa a feligreses y autoridades locales, quienes destacaron la trayectoria de Elizondo y expresaron agradecimiento por sus 21 años de servicio pastoral, caracterizados por la consolidación institucional de la diócesis, la atención a parroquias y seminarios, así como la promoción de obras sociales y educativas.
Salvador González Morales, originario de Ciudad de México y nacido en 1971, ocupaba hasta ahora el cargo de Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de México. Con su nombramiento, asumirá la responsabilidad pastoral de una diócesis que alberga a más de un millón de católicos en los estados de Quintana Roo, abarcando las ciudades de Cancún y Chetumal.
Su trayectoria en la iglesia se ha caracterizado por su enfoque en la formación pastoral, la educación religiosa y la atención a comunidades vulnerables, lo que ha generado expectativas sobre la continuidad y expansión de proyectos sociales y espirituales en la región.
La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) y las autoridades de la Arquidiócesis de México manifestaron su satisfacción y respaldo al nuevo obispo. En un comunicado, destacaron:
“Oramos por Salvador González Morales y confiamos en que su liderazgo pastor será fructífero para toda la comunidad de Cancún-Chetumal”.
De igual forma, se expresó gratitud a Pedro Pablo Elizondo, resaltando su legado en el fortalecimiento institucional de la diócesis, la construcción de nuevas iglesias y el acompañamiento espiritual a miles de fieles.
El nombramiento de González Morales representa una renovación generacional en la diócesis, con la posibilidad de introducir nuevas estrategias pastorales y fortalecer los programas de atención social y educativa. Algunos de los principales retos y expectativas incluyen:
- Continuidad institucional: mantener activos los proyectos iniciados por Elizondo, como la construcción de la catedral en Cancún y la ampliación de las parroquias.
- Renovación espiritual: conectar con los jóvenes y fortalecer la educación religiosa en un contexto urbano y turístico como Cancún, que requiere nuevas estrategias de evangelización.
- Proyección social: seguir impulsando programas de apoyo a comunidades vulnerables y consolidar la presencia de la iglesia en Chetumal y las zonas rurales de Quintana Roo.
La Diócesis de Cancún-Chetumal fue creada en 1970 y ha experimentado un crecimiento sostenido en población y estructura eclesiástica. Pedro Pablo Elizondo Cárdenas fue uno de los líderes más influyentes en los últimos 21 años, con un enfoque en la educación religiosa, la formación de sacerdotes y el fortalecimiento de la infraestructura parroquial.
Con la llegada de Salvador González Morales, se espera que la diócesis continúe su desarrollo, manteniendo un equilibrio entre tradición y modernidad, al tiempo que refuerza su papel social y comunitario en Quintana Roo.







